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La crema de limpieza facial funciona arrastrando profundamente impurezas de la piel, sacando igualmente el sudor y el sebo. También saca las bacterias que se absorben durante el día debido a la polución. Por todo ello, usar una crema de limpieza diariamente, contribuye a mantener una piel sana y debe ser considerada un básico para todo tipo de piel.
La crema de limpieza retrasa la aparición de arrugas.
Impulsa las defensas naturales del cutis
Reduce la sensación de piel grasa
Elimina las células muertas y las impurezas
Reduce los signos de cansancio
Fundamental antes del maquillaje
La crema de limpieza para que tenga un buen uso, debe aplicarse de día y de noche. Lo más importante es aplicarla en la noche, ya que es cuando la piel está preparada para la regeneración de células nuevas y para ello es necesario que la piel se encuentre totalmente limpia.
Piel opaca
Piel grasa
Piel seca o irritada
Estrés
Envejecimiento prematuro
No basta con lavar el rostro con agua, ya que la suciedad crea una barrera en la piel, lo que impide que los productos posteriores se absorban completamente. Para que los activos que incluyas en tu rutina diaria hagan el efecto óptimo, es necesaria una crema de limpieza que arrastre en profundidad los poros y así obtendrás su máximo rendimiento.
El modo de uso va a depender de cada producto, pero a modo general se aconseja lo siguiente:
Paso 1: Tomar una cantidad de producto masajeándolo entre las yemas de los dedos, luego aplicar en el rostro con algodón embebido en agua o toallas desmaquillantes.
Paso 2: Realizar movimientos circulares ascendentes al ir retirando, siguiendo la forma de la nariz y ojos. Estos generalmente utilizan otro desmaquillante de fase oleosa para no irritarlos.
Paso 3: Para finalizar, se debe enjuagar con abundante agua tibia, retirando todo el producto.
Protegerse del sol, factor 50 adicional, ya que las cremas hidratantes suelen contener factor 15 en adelante.
No fumar, ya que el acto de hacerlo contribuyen a que sean más estrechos los vasos sanguíneos que se encuentran en la epidermis, ello reduce el flujo sanguíneo, además elimina los nutrientes importantes para la piel.
Debes tener una dieta saludable, comer frutas y vegetales, además de proteínas sin grasa, beber mucha agua.
Duerme lo suficiente, esto ayuda a controlar el estrés y por ende a mantener una piel sana.
Limpia la piel diariamente en forma adecuada, con cremas de limpieza.
Hidrata tu rostro siempre usando cremas y serum hidratantes.
