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Una crema facial es un producto que se aplica en el rostro a modo oclusivo, calmando, reparando y nutriendo, dejando un aspecto aterciopelado y luminoso. Se puede aplicar 2 a 3 veces por semana, después de limpiar la piel, y sellar finalmente con una crema.
Máscaras de Hidrogel y de tela, tienen la particularidad de acoplarse fácil y completamente al rostro, facilitando la absorción de sus nutrientes en 15 minutos.
Máscaras en crema, tienen una consistencia liviana, poseen un gran volumen de nutrientes, se dejan actuar durante 15 minutos.
Mascaras hidratantes, son indicadas para pieles secas, dejándola tersa y suave.
Mascaras anti edad, suelen ser anti flacidez y antioxidantes.
Mascaras calmantes, para pieles congestivas, poseen extractos naturales contribuyendo a una sensación de alivio, bienestar y frescura.
Mascaras antiacné y détox, limpiadoras de impurezas y agentes contaminantes.
Mascaras nutritivas, aportan vitaminas como la regeneradora facial.
Una mascarilla reafirmante está destinada a mejorar la tonicidad. Disminuye la flacidez y previene el envejecimiento del rostro.
Se aplica después de la limpieza facial, se forma una capa gruesa, no debe tener contacto con los ojos. Se deja actuar durante 20 minutos hasta que se seque, se retira con agua fría, para cerrar los poros.
Las máscaras faciales con su efecto oclusivo, se encargan de que obtengas una piel lozana, suave y purificada, ya que limpian intensamente.
La aplicación de una máscara facial es muy simple, sólo debes seguir estos pasos:
Debes comenzar limpiando la cara con alguna loción micelar o leche de limpieza.
Luego de limpiarla, debes exfoliarla con la ayuda de un cepillo o brossage (el exfoliante es una vez por semana), de modo que los poros se abran y estén listos para la recepción de la máscara.
Procede a colocar la máscara facial con la ayuda de una espátula o brocha.Dejando libres ojos y labios.
Luego de retirar la máscara con esponjas faciales, se brumiza un tónico.
Se sugiere colocar un serum nutritivo.
Sellar con una crema de uso diario con factor solar.
El mejor momento para aplicar una máscara facial es durante la noche, debido a que la piel quedará recibiendo y absorbiendo los nutrientes que estas aportan, siempre con el tiempo suficiente para ello, no más de 20 minutos, de lo contrario empieza a perder la humedad.
Por lo general, dependiendo del tipo de mascara que uses, 2 a 3 veces a la semana es una frecuencia adecuada.
