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2 de Noviembre de 2022
¿Te has preguntado cómo empezar a cuidar tu piel? Lo básico es crear una rutina facial diaria, que te ayude a tratar problemas cutáneos y prevenir el daño futuro.
Si no tienes la certeza de cuál es el orden de aplicación de los diferentes productos, en este post te dejamos una rutina básica en 4 simples pasos.
1. LIMPIA
Es imprescindible que tu cara esté totalmente limpia antes de seguir con el resto del tratamiento.
Lo ideal es limpiar la piel dos veces al día: por la mañana (para quitar el exceso de sebo que se produce al dormir) y por la noche (para quitar las impurezas y los restos de maquillaje).
En el primer paso de la limpieza, es muy importante que tengas en cuenta tu tipo de piel para comprar los productos que mejor se adapten a tus necesidades. Por ejemplo, si tienes una piel seborreica, deberás realizar una rutina de limpieza facial con productos considerados para piel con acné.
Además, también puedes encontrar varios tipos de limpiadores según su textura. Están los de crema, que son más hidratantes y perfectos para pieles sensibles; los de aceite, que se disuelven más rápidamente y que son muy buenos para eliminar el maquillaje; y las aguas micelares, las cuales son muy ligeras y no necesitan ser enjuagadas.
Tampoco te puedes olvidar de la temperatura del agua. No debe estar ni muy fría, porque no eliminará bien el maquillaje, ni muy caliente, porque te podría resecar.
2. TONIFICA
Una vez te has dejado la cara completamente limpia y sin restos de suciedad, es hora de utilizar un tónico para equilibrar el pH de tu piel.
Tonificar es un añadido natural de la limpieza y la clave para preparar la piel para el paso siguiente. Utilizar un tónico reduce los niveles de pH de la piel, la calma y asegura la absorción del serum y las cremas que se le apliquen a continuación.
3. NUTRE
Nosotros te recomendamos que uses, especialmente si tienes la piel madura, un buen sérum, ya que este producto penetra muy bien en las capas más profundas de la piel. Bastaría con aplicar un par de gotas de sérum en las manos y aplicarlo dándote toquecitos por toda la cara.
Los sérum faciales son fórmulas de activos en muy alta concentración y penetran en las capas más profundas de la piel. Hay sérums para diferentes acciones: reparar, iluminar, hidratar, tratar las arrugas, etc.
4. SELLA
Y por último, hidratamos la piel. En este paso puedes usar ya sea crema facial o loción para sellar los productos aplicados anteriormente para hidratar a profundidad tu piel manteniéndola suave.
Da igual que sientas o no tu cara seca, da igual que tengas o no acné, siempre debemos hidratar nuestra piel. Hidratando la piel del rostro eliminamos la retención de líquidos que se acumula en los párpados, evitamos la aparición de imperfecciones y, sobre todo, devolvemos su brillo natural
